Este es el momento en el que empiezo a escribir incoherencias, dejandome llevar por el movimiento de mis dedos, las palabras que salen de mi mente y terminan expresándose en el mundo real sin que siquiera lo planee por un minuto, pues mientras escriba continuamente sin detenerme a observar a mi alrededor mis palabras siempre tendrán coherencia, pues las ideas se van desarrollando una sobre otra, de tal manera que siempre le dan continuidad al texto.
Las ideas pueden ser infinitas, sin un numero exacto de lineas, párrafos y paginas, todo un libro podría ser escrito de una manera continua, pero a medida que continuas las ideas se acumulan en tu cabeza y es difícil recordar como empezó todo, por lo cual debes continuar escribiendo sin interrupciones o todo irá mal, todo lo que has escrito podría cambiar de forma drástica, pues no es la misma idea que tenías antes a la que tienes ahora, solo basta con escribir sin pensar para darte cuenta de que estás haciendo algo largo, si no te detienes a pensar puede llegar a ser un texto enorme y entre más te detienes disminuyes tus ideas lo cual afectará tu texto, de manera que tan siquiera pensando en echar un vistazo empiezas a escribir incoherencias incluso después de haber recordado lo que habías escrito no tienes nada en tu mente para seguir escribiendo, una idea cortada puede ser la más peligrosa, y a la vez l a mas reveladora, pues a través de ella puedes observar tus pequeñas distracciones todo lo que has hecho se empieza a demostrar, psicológicamente te separas del mundo exterior y la única cosa que te separará de tu trabajo es el cansancio, tu vida se consume lentamente, incluso si escribes mientras escuchas música las emociones y pensamientos siguen fluyendo sin importar el tono de la canción, los errores de ortografía se hacen cada vez más evidentes y lo que parece ser un texto sin fin se convierte en un paraíso, un paraíso donde las emociones y el texto fluyen por tu mente hasta las teclas, pasando por el corazón en unas ocasiones y por la razón unas cuantas más, las incoherencias se hacen cada vez más visibles, sin interrupción alguna has logrado crear unos cuantos párrafos, nos pensado en detenerte, sigues escribiendo sin importarte lo que sucede a tu alrededor pero no te das cuenta de que todo lo que estás haciendo hasta que terminas.
Y, ¿Como sabemos que hemos acabado? Solo nuestra mente nos lo dirá, cuando la parte consiente logre hacer frente a la cantidad de ideas que logran salir de tu mente, sin duda alguna has logrado expresarte de la manera más sencilla posible: la imaginación hecha palabras, una serie de palabras que empiezan a hacerse más coherente a medida que tu persona se acostumbra a ello, expresarse termina convirtiéndose en un extraño ataque de palabras en las cuales pocas veces se menciona el porque de escribir, aveces escribir es una tarea bastante difícil pero con el tiempo la mente genera ideas que ni siquiera se habían pasado por tu mente en tu vida, lo que haces se vuelve una verdadera carrera de dedos, un espectáculo de escritura continua, tan rápido o tan lento que tus dedos apenas si se detienen, la carrera se detiene luego de unos minutos, has interrumpido la idea principal y te has separado del texto, lo sabes ya, estas empezando con el final de tu texto, luego tu emoción incrementa y termina siendo una carrera nuevamente, buscas terminar lo antes posible, las ideas aun fluyen pero en menor cantidad, nadie te puede detener, ni siquiera una falta de ortografía que tu conciencia te dice que debes de reparar, pero no lo haces, sigues escribiendo, el final esta cada vez más cerca las emociones empiezan a acomodarse y tu conciencia logra detener el exceso de ideas, el mundo empieza a reaparecer, de repente estás en el mundo nuevamente, te das cuenta que ha oscurecido desde que empezaste a escribir. Haz terminado....
Hemos terminado.