Recién despierto, perdí
el conocimiento un tiempo que desconozco, aún tengo el cuaderno y la lámpara,
pero, ¿Dónde estoy?No se ve absolutamente
nada a mi alrededor, incluso con la lámpara de petróleo se me dificulta ver.El suelo está inundado,
a cada paso salpico agua y escucho ecos lejanos.Hay un extremo olor a
vino en el ambiente, como si se hubiese evaporado todo un barril y hubiese
reemplazado el aire.Veo a lo lejos una luz,
una luz que amenaza con desaparecer. Corro lo más rápido que puedo.Me acerco a la luz cada
vez más y más. Hasta que llego al lugar que la produce. Me detengo en seco. Una
terrible sensación de terror y asco inundan mi cuerpo.Tengo enfrente a mi
abuelo y su amigo empalados, sin piel más que en la cara y con todas sus vísceras
de fuera, desparramadas en el charco rojizo que rodea los cadáveres empalados.Ambos cuelgan, mi abuelo
fue atravesado por el pecho, mientras que su amigo ha sido clavado de manera
vertical, de forma que la estaca sale de su boca. Al lado de la horrible escena
hay una antorcha hecha de huesos, un cráneo es usado para contener la yesca.No puedo llorar, incluso
sabiendo que mi abuelo ha muerto. Decido caminar hacia
adelante, esperando toparme con alguna pared. La veo, una pared... más bien un
muro de piedra, hay cajas flotando en el agua que parece haber estado estancada
desde hace años. No sé qué haré.Por lo mientras, he
decidido sentarme en una de las grandes cajas de madera y descansar de la
humedad en mis zapatos.Olfateo un poco el
ambiente, me he acostumbrado al olor del vino ya.La oscuridad se disipa,
estoy en una clase de pasadizo minero, el agua estancada ya no está y tampoco
los cadáveres ensartados.No logro describir este
lúgubre sentimiento. Felicidad y angustia.Podría pensar que fue
una ilusión, pero mis pies siguen mojados.Camino hacia la salida,
doblo la esquina para salir, pero el camino está bloqueado, una gran columna de
piedra obstaculiza el paso, haciéndome imposible la huida.Doy media vuelta y ahora
solo me queda de opción internarme más en la mina.
Hay un ascensor en
buenas condiciones, me subo a él, y en cuanto lo hago, la oscuridad vuelve.